El alcalde de Chicago Rahm Emanuel, ha comenzado hoy a estudiar la lengua que hablan más de medio millón de los ciudadanos de su ciudad, español.
El político demócrata, que anteriormente fuera congresista, jefe de gabinete de Obama, y mano derecha del Bill Clinton, ha comenzado hoy y tomará tres horas semanales de clases en su despacho. La Universidad Nacional Autónoma de México en Chicago será la encargada de coordinar esas clases.
“Mi meta no es ser bilingüe, pero tal vez algún día poder realizar una entrevista con periodistas en español” ha asegurado el funcionario.
El anuncio lo ha hecho en un acto en el Concejo Municipal en el que 25 nuevos ciudadanos procedentes de Cuba, México, el Salvador y otros países, se han convertido en ciudadanos estadounidenses.
Chicago, con 560.000 hispanos, de los cuales 350.000 tienen residencia permanente, es la quinta ciudad con más población de habla española de Estados Unidos.
Emanuel recordó, con la voz quebrada como su abuelo emigró desde Rumanía en 1917 y aseguró que “la vitalidad de nuestros barrios es producto de la fortaleza de los inmigrantes que vienen en busca de nuevas libertades y oportunidades”.
En ese encuentro, también se ha anunciado una campaña para convertir en ciudadanos a 10.000 inmigrantes irregulares en los próximos años. La llevará a cabo la Oficina de nuevos Americanos de la administración de Emanuel que dice querer asegurar a los inmigrantes “el acceso a los recursos que necesiten para convertirse en miembros productivos de la sociedad”.
El político demócrata, que anteriormente fuera congresista, jefe de gabinete de Obama, y mano derecha del Bill Clinton, ha comenzado hoy y tomará tres horas semanales de clases en su despacho. La Universidad Nacional Autónoma de México en Chicago será la encargada de coordinar esas clases.
“Mi meta no es ser bilingüe, pero tal vez algún día poder realizar una entrevista con periodistas en español” ha asegurado el funcionario.
El anuncio lo ha hecho en un acto en el Concejo Municipal en el que 25 nuevos ciudadanos procedentes de Cuba, México, el Salvador y otros países, se han convertido en ciudadanos estadounidenses.
Chicago, con 560.000 hispanos, de los cuales 350.000 tienen residencia permanente, es la quinta ciudad con más población de habla española de Estados Unidos.
Emanuel recordó, con la voz quebrada como su abuelo emigró desde Rumanía en 1917 y aseguró que “la vitalidad de nuestros barrios es producto de la fortaleza de los inmigrantes que vienen en busca de nuevas libertades y oportunidades”.
En ese encuentro, también se ha anunciado una campaña para convertir en ciudadanos a 10.000 inmigrantes irregulares en los próximos años. La llevará a cabo la Oficina de nuevos Americanos de la administración de Emanuel que dice querer asegurar a los inmigrantes “el acceso a los recursos que necesiten para convertirse en miembros productivos de la sociedad”.